La planta pastel (isatis tinctoria) es emblemática del "Pays de Cocagne": a ella se le debe su riqueza y su fama. Durante la Antigüedad se usaba por sus virtudes cicatrizantes y su aptitud al tinte una vez triturada y secada. Ya en la Edad Media las hojas frescas se usan para el tinte y se empieza a producir el Pastel que se consigue tras fermentación formando una bola «cocagne». Puesta a secar y a fermentar una segunda vez se consigue màs tarde el «agranat» polvo listo para la exportación. Este comercio hizo la fortuna del «Pays de Cocagne», triángulo de oro entre Toulouse, Albi y Carcassonne (siglo XVI). De ello se benefició nuestra tierra por su situación en esta zona : buena muestra son las mansiones que se encuentran en muchos pueblos y especialmente en Puylaurens. Muy cercanos el museo-castillo de Magrin y el "Château des Plantes" dan fe de este dorado pasado el primero, y del resurgimiento de este cultivo el segundo. Como otra pintoresca herencia histórica los palomares que salpican nuestra comarca se relacionan con este enriquecimiento ya que el uso de la palomina mejoraba las tierras favoreciendo así el cultivo del Pastel